Biografia de David Alfaro Siqueiros

Biografia de David Alfaro SiqueirosJosé de Jesús Alfaro Siqueiros, más conocido como David Alfaro Siqueiros. Nació el 29 de diciembre de 1896 en la Ciudad de México; se creía que había nacido en Chihuahua, pero recientemente su acta de nacimiento ha certificado que nació en esta Ciudad. Fue un pintor y militar mexicano, y es considerado uno de los tres grandes exponentes del muralismo mexicano junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco. 

Su padre era el abogado Cipriano Alfaro y su madre Teresa Siqueiros. Su padre lo llevó a vivir a Irapuato, Guanajuato, donde realizó sus primeros estudios bajo la vigilancia de sus abuelos Antonio y Eusebia Alfaro, quienes dejaron honda huella en su formación.

Al morir su abuela, Siqueiros y sus hermanos fueron internados en escuelas maristas. Tiempo después, en 1911 ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria y por las noches asistía a la Academia de San Carlos. En ese mismo año, cuando solo tenía quince años de edad, se vio involucrado en una huelga estudiantil en la Academia de San Carlos que protestaba contra el método de enseñanza de la escuela y pedía la destitución del director. Sus protestas con el tiempo llevaron al establecimiento de una “academia al aire libre” en Santa Anita.

A los dieciocho años de edad, Siqueiros y varios de sus colegas de la Escuela de Bellas Artes se unieron al Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza para luchar contra el gobierno de Victoriano Huerta. Después de que las fuerzas de Carranza tomaran el control del país, Siqueiros regresó brevemente a la Ciudad de México para pintar antes de viajar a Europa en 1919.

En París, absorbió la influencia del cubismo, intrigado en particular con Cézanne y el uso de grandes bloques de color intenso. Estando allí, conoció a Diego Rivera, otro pintor mexicano de “los tres grandes” justo al comienzo de una carrera legendaria en el muralismo, y viajó con él por Italia estudiando a los grandes pintores al fresco del Renacimiento

Aunque algunos han señalado que la carrera artística de Siqueiros se vio con frecuencia interrumpida por la política, el propio Siqueiros creía que las dos estaban inextricablemente unidas.

En 1921 publicó en Barcelona, España la revista Vida Americana donde presentó un manifiesto titulado Tres llamados a los artistas plásticos de América en el que escribe sobre las propuestas artísticas que tenía pensadas y que creía convenientes para América. Para entonces, Siqueiros ya había estado expuesto al marxismo y visto la vida cotidiana de los pobres.

En Una nueva dirección para la nueva generación de pintores y escultores americanos pidió una renovación espiritual y el regreso de las virtudes de la pintura clásica, mientras infundía este estilo con “nuevos valores” que reconocían la máquina moderna y los aspectos contemporáneos de la vida cotidiana. El manifiesto también reivindicaba que un espíritu constructivo es esencial para un arte con sentido, que se alza por encima de la mera decoración o temas falsos o fantásticos. A través de este estilo, Siqueiros tenía la esperanza de crear un estilo que enlazara el arte nacional con el universal.

En su obra así como en su escritura, buscaba un realismo social que aclamara a los pueblos proletarios de México y el mundo al mismo tiempo que evitaba los clichés del primitivismo y el indianismo a la moda.

En 1922, regresó a Ciudad de México para trabajar como muralista para el gobierno revolucionario de Álvaro Obregón. El entonces secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, se impuso la misión de educar a las masas a través del arte público y contrató a decenas de artistas y escritores para erigir una cultura mexicana moderna. Siqueiros, Rivera y José Clemente Orozco trabajaron juntos con Vasconcelos, quien apoyó el movimiento muralista encargándoles murales para edificios destacados en Ciudad de México. A pesar de recibir todo ese apoyo, estos tres artistas se dieron cuenta de que muchas de sus primeras obras carecían de la naturaleza “pública” que tanto intentaban alcanzar según su ideología.

En 1923 Siqueiros ayudó a fundar el Sindicato de Pintores, Escultores y Grabadores Mexicanos Revolucionarios, que afrontaba el problema de amplio acceso público a través del periódico sindical, El Machete. Ese año, el periódico publicó un manifiesto, que Siqueiros ayudó a redactar, sobre la necesidad de un arte colectivo, que serviría como propaganda ideológica para educar a las masas y derrotar a los burgueses, a los individualistas, etcétera.

En ese mismo año, Siqueiros pintó su famoso y colosal mural Entierro de un trabajador en el hueco de la escalera del Colegio Chico. El fresco representa a mujeres indígenas lamentándose sobre un ataúd, decorado con una hoz y un martillo.

Conforme el Sindicato se fue haciendo más crítico con el gobierno revolucionario, sus miembros se enfrentaron a nuevas amenazas de ver cortados los fondos que financiaban su arte y el periódico. Esto provocó que hubiera un conflicto interno sobre si se dejaba de publicar El Machete o se perdía el apoyo financiero a los murales, lo que dejó a Siqueiros solo pues Diego Rivera abandonó el sindicato como protesta por la decisión que se tomó de mantener la política por encima de las oportunidades artísticas.

A principios de los años treinta, Siqueiros produjo una serie de litografías de tema político, muchas de las cuales se expusieron en los Estados Unidos. Su litografía Cabeza se mostró en la exposición de 1930  Artistas mexicanos y artistas de la escuela mexicana en los estudios Delphic de Nuevva York. 

En 1932, celebró una exposición y conferencia titulada Rectificaciones sobre el muralismo mexicano en la galería del casino español en Taxco, México.

David Alfaro Siqueiros Mitín en la calle Poco después, viajó a Nueva York, donde participó en la exposición de la galería Weyhe titulada Arte gráfico mexicano. Con un grupo de estudiantes, también completó un mural, conocido como América tropical, en 1932 en la Sala Italiana de Olvera Street en Los Ángeles. Otros murales pintados en 1932 en Los Ángeles fueron Mitin en la Calle y Retrato actual de la Ciudad de México.

Al año siguiente, en Argentina realizó el mural Ejercicio plástico en el sótano de Natalio Botana, director del mítico diario Crítica en el cual Siqueiros fue columnista durante más de un año.

De regreso a Nueva York en 1936, fue invitado de honor de la exposición de Arte Contemporáneo en la galería St. Regis. Allí también llevó un taller de arte político en preparación de la Huelga General de 1936 por la Paz y desfile del May Day. Siguió produciendo varias obras a lo largo del final de los años treinta, como Eco de un grito (1937) y El suspiro (1939), ambos actualmente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. 

Debido al atentado contra León Trotsky, se exilió en Chile durante 1941. En Chillán pintó Muerte al invasor. En 1944 emigró a Cuba donde pintó Alegoría de la igualdad racial en Cuba.

En 1946 Siqueiros regresó a la Ciudad de México y pintó en la ex aduana de Santo Domingo, hoy Secretaría de Educación Pública su mural Patricios y Patricidas. En su casa realizó el mural Cuauhtémoc contra el mito y más tarde pintó en el Palacio de Bellas Artes el tríptico Nueva democracia. En 1947 realizó el famoso lienzo titulado Nuestra imagen actual.

En 1948 inició un taller de muralismo en la Escuela de Bellas Artes de Guanajuato en San Miguel de Allende. Ahí inició un mural a Ignacio Allende, el cual dejó incompleto debido al cierre de la escuela y la falta de recursos.

David Alfaro Siqueiros El pueblo a la Universidad y la Universidad al puebloEn 1952 inició el proyecto de los murales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cual estaría compuesto por tres «escultopinturas». De estos tres murales solo se terminó uno: El pueblo a la Universidad y la Universidad al pueblo, el cual fue realizado en 1952, e inaugurado en 1956 dentro de las instalaciones de la (UNAM) en Ciudad Universitaria. Se encuentra en los muros de la Rectoría junto con otras dos obras del mismo artista Las fechas de la historia de México y Nuevo Emblema Universitario. Está hecho de teselas de vidrio opaco de la marca Mosaicos Venecianos y es considerada como uno de los íconos del arte del mosaico mexicano. Representa a cinco estudiantes subiendo por unas escalares, llevando en las manos objetos representativos de los conocimientos adquiridos en la universidad. Se dirigen de vuelta hacia el pueblo cargados de nuevas ideas que aplicar. Tiene colores opacos en gran parte tonalidades de café y anaranjado.

En 1960 terminó el mural en el Castillo de Chapultepec titulado Del Porfirismo a la Revolución. Ese año, el 9 de agosto fue perseguido, aprehendido y acusado de disolución social, dado que Siqueiros era el presidente del «Comité de Presos Políticos y la Defensa de Libertades Democráticas». Fue encarcelado cuatro años en Lecumberri. Durante esa estancia, realizó numerosos bocetos para el proyecto de la decoración del Hotel Casino de la Selva, propiedad de Manuel Suárez y Suárez.

 En 1966 recibió el Premio Lenin de la Paz y ese mismo año recibió el Premio Nacional de Bellas Artes de México. En 1968 terminó el mural La historia del teatro en la Asociación Nacional de Actores (ANDA).

 El 13 de julio de 1964, Siqueiros reunió un equipo de artistas nacionales e internacionales para realizar el mural que decoraría la Sala de Convenciones del Hotel Casino de la Selva con el apoyo de Manuel Suárez y Suárez. Entre sus discípulos se encontraban: Luis Arenal Bastar, Mario Orozco Rivera, Guillermo Ceniceros, Enrique Estrada, Artemio Sepúlveda, Jorge Flores, Gilberto Iriarte y Electa Arenal Huerta, (sobrina de Siqueiros), quien perdería la vida el 10 de junio de 1969 al sufrir un accidente pintando en el Polyforum. Electa también participó en la creación del mural del Castillo de Chapultepec.

Debido a sus dimensiones dicho proyecto fue trasladado a la Ciudad de México para poder ser admirado por el mayor número de personas posibles. El mural realizó diversos viajes promocionales a Europa y Estados Unidos en compañía de Manuel Suárez y Suárez. Resaltando la exposición en el Grand Palais de París, Francia. Finalmente, el Polyforum Cultural Siqueiros y su mural La marcha de la Humanidad fueron inaugurados el 15 de diciembre de 1971 por el Presidente Luis Echeverría.

¿Cómo se define su estilo?

El estilo de Siqueiros resulta muy interesante. Él intentaba encontrar un dinamismo en la figura para crear movimiento. Siempre buscaba teorías para experimentar en ellas.

Una de las formas en las que Siqueiros creaba movimiento era pintando con diversas líneas, a modo de boceto. Normalmente, estos trazos son negros y gruesos.

En el Porfirismo a la Revolución, Siqueiros puso a prueba una de sus teorías donde tuvo que pintar a los guerrilleros en una pared transversal de modo que desde el centro, se viera un grupo como si solo fuese una pared y no tres.

Sus pinturas llenas de color, representan figuras con emociones intensas, como en El martirio de Cuauhtémoc.

David Alfaro Siqueiros El martirio de CuauhtémocDavid Alfaro Siqueiros falleció en Cuernavaca, Morelos el 6 de enero de 1974 en compañía de Angélica Arenal Bastar, quien fuera su inseparable compañera desde la Guerra Civil Española. Su cuerpo fue inhumado en la Rotonda de las Personas Ilustres. Días antes de su muerte, Siqueiros donó su casa en Polanco al pueblo de México que, desde 1969 la había dedicado a Salas de Arte Público y al Museo de Composición de Pintura Mural.

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About Viridiana SalPér

Hola! Soy Viridiana SalPér, mexicana y profesional del dibujo artístico. Amo con toda mi alma lo que hago y me gusta prestar atención a los pequeños detalles que marcan la diferencia. Mi especialidad es la representación de la figura humana, principalmente la femenina, decidí crear un blog porque sé que existen muchas personas que también se interesan por el dibujo y la idea de compartir lo que sé me pareció fabulosa.