Ilustración fantástica parte 2

Bien, ya hablamos sobre algunos personajes que son muy utilizados al momento de crear ilustración fantástica. Hoy hablaremos de las mujeres y la ciencia ficción.

Las mujeres hermosas siempre han sido un elemento vital para la ilustración fantástica. Al principio sólo aparecían como víctimas indefensas esperando ser rescatadas por el valiente héroe pero poco a poco los caracteres femeninos fueron adquiriendo más fuerza y protagonismo.

Nadie en sus cabales marcharía a la batalla usando una armadura que mantiene desprotegidas las partes más vulnerables del cuerpo, pero las guerreras de la ilustración fantástica al parecer son tan vanidosas que prefieren arriesgar la vida con tal de poder lucir su belleza. Este tipo de mujeres deben contar con un físico atlético y facciones rudas; un detalle importante en su vestimenta son las botas altas que reflejan autoridad.
Ahora, la contraparte. De aspecto frágil, formas delicadas y ojos soñadores, esta damisela es el prototipo de la princesa de cuento por lo que cualquier caballero estaría dispuesto a arriesgar la vida. Sus finos adornos y su blanco y vaporoso ropaje, indican que está más acostumbrada a la vida en palacios que a las aventuras peligrosas.
Este tipo de mujer salvaje, la reina de la selva, siempre ha ejercido una gran fascinación en el público de todas las épocas. Por supuesto que en la vida real, una mujer por bella que sea, no luciría así después de pasar una temporada dentro de una jungla, pero inexplicablemente las mujeres salvajes de la ilustración fantástica, siempre tienen tiempo de maquillarse, depilarse y hacerse el pedicure.
A los villanos les gusta tener algunas esclavas como atractivo visual de sus guaridas. Estas infortunadas mujeres se dibujan con la menor cantidad de ropa posible y con actitud sumisa.

Además de la fantasía heróica, la ilustración fantástica también puede realizarse con la temática de la ciencia ficción; en este caso, la imaginación juega un papel mucho más importante pues se deben representar gráficamente cosas que nunca han existido en la realidad, como los robots humanoides.
Para dibujar este tipo de personajes sería bueno que repasaras cómo se construye el cuerpo humano, ya que al diseñar tu robot, debes seguir los mismos pasos, sintiéndote libre de alterar las medidas de la proporción humana pero respetando, eso sí, las leyes del movimiento y equilibrio para que la criatura de metal no termine en el suelo.

Puedes basarte también en la forma del esqueleto y recubrirla con una maraña de cables en el lugar de los músculos importantes, no sé… ¡Las opciones son infinitas!
No debes perder de vista que los robots son máquinas y que todas las máquinas se construyen para realizar alguna función específica, así que piensa qué funciones debería cumplir tu robot y diséñalo en base a ello.

Por último, para que tu androide se vea más real, no olvides añadirle efectos de suciedad, manchas de óxido y algunas abolladuras.